En Cantabria, Gesvican, la Agencia de Vivienda del Gobierno Regional, que gestiona el parque de vivienda social en esta Comunidad del Norte de España, lleva años buscando ideas innovadoras para conseguir que los edificios sociales sean sostenibles energética y económicamente.
El problema de la pobreza energética se ha visto acentuado en los últimos tiempos debido al aumento exorbitado del precio de la energía y la inestabilidad en el suministro. Este problema es mayor si cabe en los países meridionales del espacio Sudoe, tradicionalmente dependientes del exterior para hacer frente a sus demandas energéticas, y en las viviendas sociales que alojan familias con menores recursos económicos La búsqueda de edificios neutros en emisiones y el aumento del confort de sus habitantes, se ha convertido, por tanto, en una necesidad urgente y prioritaria.
El proyecto Sudoe Energy Pusn ha desarrollado y probado una solución basada en energías renovables que va a permitir que una vivienda social en el municipio de Novales sea autosuficiente y neutra carbónicamente. La energía fotovoltaica se combina con la tecnología de pila de hidrógeno que posibilita el almacenamiento y el uso de energía limpia en los momentos en el que la intensidad solar no cubra la demanda energética de la vivienda. Así, un consumo de casi 8000 kw/año actualmente suministrado por las redes convencionales de luz y gas natural pasará a una emisión nula de CO2 a la atmosfera y un ahorro notable al ser la fuente única la energía solar.
Un proyecto piloto consecuencia del trabajo conjunto de Gesvican, la Universidad de Cantabria, la Fundación CTL, la Universidad de Oporto, CETENMA y la empresa francesa Carbone que va a suponer ensayar una tecnología en un entorno real, facilitando a una vivienda social un suministro 100 % verde, y un coste nulo para sus habitantes. El proyecto incluye una plataforma de monitorización para controlar tanto la producción y el uso del hidrógeno como el confort interior de la vivienda.
